¿Hasta cuándo hay que esperar para tener una vivienda?
La nueva compañía smartliving revoluciona el sector al integrar diseño, construcción, financiación y venta.
Ofrece pisos que se adaptan a todos los bolsillos y a todas las necesidades.
El precio del metro cuadrado ronda los 950 euros
Barcelona, 20 de septiembre de 2010.
¿Cuál es la diferencia entre vivir e ir tirando? ¿Y entre una casa y tu propio hogar? ¿Es posible comprar una vivienda antes que una oveja negra tenga las patas azules o que un cerdo eche a volar?
Smartliving es una compañía de nueva generación que irrumpe para ofrecer la vivienda más barata y atractiva del mercado. “No solo de pan viven las personas: los jóvenes y las nuevas familias necesitan una casa diferente”, aseguran sus impulsores.
Esta nueva propuesta permite ofrecer precios casi imbatibles porque integra toda la cadena de valor del proceso constructivo – diseño, construcción, financiación y venta. En smartliving se eliminan todos los intermediarios entre la adquisición del solar y el cliente final evitando el encarecimiento del producto debido a las comisiones de paso. De esta manera se consigue que el precio medio del metro cuadrado se sitúe alrededor de los mil euros y por fin sea posible comprar un piso nuevo de 85 m2 por menos de 90.000 euros.
Además, los pisos se adaptan a las necesidades y capacidades para ofrecer un nivel de acabados que va del básico hasta el personalizado. Es la primera compañía que adapta los proyectos prét-â-porter a los usuarios y al lugar donde se construyen.
Construcción inteligente
Las primeras viviendas smartliving se construirán en las ciudades de Sabadell y Terrassa, y ofrecerán un nivel de acabados básico listo para entrar a vivir pero que permitirá una ampliación futura.
El cliente tendrá la opción de aumentar el nivel de acabado que puede tener su vivienda al entrar a vivir o bien optar por hacerlo a medida que aparezcan nuevas necesidades. “Damos la posibilidad de ir completando la casa a medida que se va viviendo”.
Esta adaptabilidad partiendo de un nivel inicial permite evitar el encarecimiento de la vivienda nueva debido a la construcción de elementos innecesarios para el usuario.
Smartliving basa su estrategia constructiva en la utilización de elementos prefabricados, la concentración de instalaciones y el uso de sistemas pasivos de aprovechamiento energético.
“De esta manera se acortan los plazos gracias a la técnica y no a imprimir velocidad al proceso. Favorece que el beneficio pueda aparecer antes. Concentrar instalaciones nos permite ganar velocidad de ejecución y facilidad en el mantenimiento”, explican los socios.
Smartliving reutiliza y actualiza sistemas contrastados por la tradición constructiva como la galería, estufas de leña, lavadero, terrazas y balcones.
Además, ofrece la posibilidad que empresas paralelas ofrezcan servicios de construcción e interiorismo para aquellos clientes que quieran y puedan pagar una vivienda más personalizada.
La compañía, constituida en Barcelona a principios de 2010, está liderada por Jordi Fernández i Viña (ENGISA) y Xavier Claramunt (EQUIP Xavier Claramunt).